domingo, febrero 05, 2012

Desteñido a blanco

Hoy he escuchado en la radio a Juan José Millás comentando un relato anónimo que definía la felicidad de una pareja como la capacidad de sentarse por la noche a ver una película, cogerse de la mano y terminar así el día. Inevitablemente, me ha tocado la fibra sensible. Y os contaré ya de paso, que lo he escuchado en un podcast mientras caminaba encima de la nieve, viendo lagos y ríos helados llenos de niños y adultos patinando encima del hielo, como han hecho toda su vida. Lo que hace 3 días era verde, hoy ha pasado a ser blanco y donde antes era capaz de correr hoy he tenido que andar, sólo soy una turista cultural. Ya no llego a casa a ver una película, no me espera nadie en el sofá y mi mano yace sola debajo de un cojín. Parece que sólo cambie el color del paisaje pero cuando te decides a salir ves que ya no puedes hacer lo que hacías antes y sólo porque ha nevado.

jueves, febrero 02, 2012

Nunca quise ser Carrie

Hace ya más de un año que no escribo y me entró la nostalgia y después de la nostalgia la tentación y por supuesto el miedo de no creerme capaz de volver a hacerlo. Ya apenas utilizo el que es mi idioma materno, ya no dudo, ya no me tiembla la voz y aunque puede que sea la práctica, tiendo a pensar que la inseguridad se diluye con el paso del tiempo y el tiempo pasa inevitablemente.
Me pregunto si debería cambiar el título de este blog, no lo haré. Pero deberé admitir al menos por escrito una vez que bien debería cambiarlo a “nunca quise ser Carrie” y sin embargo lo soy. Será quizás por eso que me haya negado a escribir durante tanto tiempo. La vida está llena de ironía y me recuerdo devorando capítulos y temporadas enteras de “Sex in the city” imaginando cómo sería ser una de ellas. Pues bueno, aquí estamos, a punto de cumplir treinta, soltera, viviendo sola en una ciudad a miles de kilómetros de mi país, viajando constantemente, sin perder el atractivo pero cansada de vivir un capítulo eterno de Sexo en Nueva York.