sábado, febrero 28, 2009

Pena de víctima

No puedo creer el crédito desmedido que se les concede a las víctimas en este país. A veces creo que de educados que somos los españoles, en ocasiones nos excedemos. La pena no es un trato beneficioso para nadie, la pena no beneficia al sistema, no se puede legislar en caliente y tampoco beneficia ni mucho menos a las víctimas. Lo que se les conceda por condición de víctima a quienes están despojados de su natural racionalidad no hará otra cosa que alentar al victimismo eterno de ellas mismas y de los nuevos.
Como parte atacante que ha cometido muchos errores en la vida soy consciente de que siempre hay una manera de defender lo indefendible y sobre todo unas circunstancias. Estoy con la tesis de que, hasta el más ruin de los asesinos merece un juicio justo con la razón y nunca jamás con el estómago.
Parte de la madurez radica en asumir los errores y la parte de responsabilidad. No por tu propio bien sino por ganar empatía. Porque en la vida no beneficia a nadie creerse una víctima ni un asesino, todos tenemos el derecho a llorar las agresiones, limitado donde empieza el derecho del asesino a remendar su error e, idílicamente, a reinsertarse en un mundo donde el homicidio o el asesinato no vale. Y si no vale entre nosotros, no cabe manera de defender que el asesinato sea practicado por el estado como método de castigo eterno.