El otro día fui a comprarme un jersey (sí, otro). Vi uno y quise probármelo y en su caso comprármelo. No pude, no había talla para mi. La talla más grande que existía en la tienda era una M y esa M era más bien minúscula. Si yo no pude comprarme el jersey el 60% de las chicas que pasan por esa tienda tampoco. Me fui cabreada, cabreada porque eso no era una M y porque nos están tomando el pelo. Tengo pantalones de esa tienda con la talla 38, ahora según ellos ya no llevo una 38, ahora la 38 es más bien una 36. Han pegado el cambiazo y se han quedado más estrechos que anchos. Qué se quejan de que las modelos llevan tallas pequeñas y las niñas en consecuencia, pues corremos el tallaje y la que antes llevaba una 36 ahora lleva una 38 ¿ha engordado? no, lleva otra etiqueta en la ropa.
¿Quién protege a las niñas de esas cosas? Quién protege a la niña de 13 años que va a comprar un jersey y recibe el mensaje de que no está en lo normal porque no hay talla para ella. Adaner las protege y los medios de comunicación a penas lo sacan. Se percibe un mensaje erróneo desde las tiendas y los medios de comunicación que no hace más que mal-educar a la nueva generación. No me extraña que digan que esta generación será menos longeva que la de sus padres, nos auto-maltratamos generosamente.
¿Quién protege a las niñas de esas cosas? Quién protege a la niña de 13 años que va a comprar un jersey y recibe el mensaje de que no está en lo normal porque no hay talla para ella. Adaner las protege y los medios de comunicación a penas lo sacan. Se percibe un mensaje erróneo desde las tiendas y los medios de comunicación que no hace más que mal-educar a la nueva generación. No me extraña que digan que esta generación será menos longeva que la de sus padres, nos auto-maltratamos generosamente.