La importancia de un frutero

Llevaba todo el fin de semana sin tomar el zumo de naranja que su madre le preparaba todas las noches, había pensado que mama ya no se preocupaba por ella, que a lo mejor ya no era una niña a la que cuidar.
El frutero no había llevado naranjas el viernes.

Tú y yo

¿Habéis visto Tú y Yo? An affair to remember de Leo McCarey con Cary Grant y Deborah Kerr.
Pues vamos a verla juntos. Esto va a ser como la trascripción de la retrasmisión de un partido de fútbol pero en bonito.
Cuando se gira en casa de la abuela de él, te quieres morir, cómo mira a su alrededor pensando en lo hermoso que sería formar parte de aquello, y en ese momento, en ese preciso instante empieza la película y lloras porque ves venir lo que después se cumple, un sufrir constante en el que el corazón se te encoge. Y entonces sigue:

Deborah Kerr: - ¿Qué será lo hace la vida tan difícil?
Cary Grant: -Las personas. ¿?

¡Por Dios! Cuánta verdad. Y sigues con el corazón en un puño y te sientes pequeña.
Él quiere ganarse la vida, y ella por su cuenta canta otra vez La Canción en un cabaret y piensas que tiene que existir ese final hermoso pero ocurre la tragedia. Él la espera y ella no puede ir y tú te quieres morir porque él lo ha arriesgado todo y cree que ella no le quiere. Sin embargo Deborah Kerr le quiere tanto que no quiere decirle que no pudo ir porque le pasó eso tan terrible. Y cuando él vuelve a casa de su abuela y mira el piano, deseas con todas tus fuerzas que alguien te quiera como Cary Grant en Tú y yo.
Cuando se encuentran por casualidad en el teatro sabes exactamente cómo se siente ella, triste, muy triste y no puede decirle nada más que "hola" y no puede correr detrás de él y te sientes tan impotente. Y cuando él por fin va a su casa e intentan aparentar que no pasa nada... qué grave error. ¿Por qué la gente no puede ser sincera los unos con los otros?

Beborah Kerr: - Ojalá pudiera decirte que te equivocas.

Pues díselooooo! como no lo suelten ya me va a dar algo.

Cary Grant: - Si tenía que pasarnos a uno de los dos, por qué tuvo que ser a ti.
Deborah Kerr: - Yo tuve la culpa de todo, estaba mirando arriba, era lo más cerca del cielo, estabas tú allí. Corazón, no te preocupes por nada.

Como la vida misma

Ha llegado ha importarme tan poco mi título que he terminado por perderlo. ¿Dónde narices lo habré puesto? Por eso lo enmarca la gente ¿verdad? Pues es una putada haberlo perdido, ya que lo tenía...

Kaos, tristeza, destrucción y marginalidad

Últimamente me veo rodeada de variedad de mini-catástrofes que simulan un pequeño kaos en el universo en el que me encuentro, gente sumida en la tristeza que destruye a su paso lo bueno con el olvido y la marginación.
Últimamente me han llamado hipócrita porque yo misma me he convertido en una de los que contribuyen al kaos cotidiano. Creo recordar que siempre he perdonado a quien me ha hecho daño porque no me vale el odio como respuesta al dolor, el odio es un reflejo demasiado sencillo de la miseria. Lo más fácil es culpar al destino, a los planetas y a los dioses de la misericordia de todo cuanto nos pasa sin ser capaces de acudir a las explicaciones más triviales que son al fin y al cabo las más sencillas y las más veraces.
Puede que la vida no tenga respuestas complejas. He comprobado que buscamos explicaciones retorcidas a lo que es sencillo para causarnos dolor y sumergirnos en él. Yo que predico la amnistía, el perdón y la defensa de lo justo puede que quieran tacharme de hipócrita porque en mi vida he hecho daño a la gente, como todos sencillamente. La grandeza de las personas no está en no hacer daño, está en saber perdonar cuando te lo hacen y reconocer el mal que perpetras. Al fin y al cabo no soy más que un individuo imperfecto como el 100% de los que habitamos este planeta. Veo las películas de miedo escondida detrás de un cojín; llego tarde; tengo el título en una bolsa de basura; me gustan las Barbies; me hubiese gustado nacer en los 50, puede que así no estaría preguntándome este tipo de cuestiones idiotas porque tendría preocupaciones mayores.

Kaos

Todavía estoy asombrada de que el candidato rival del difunto alcalde de Fago sea su asesino. A mi esta historia me recuerda a una de esas películas españolas de los años 50. Luis García Berlanga presenta al asesino, un confuso José Luis López Vázquez; la viuda, una inocente Emma Penella y el sabio cotilla del pueblo, José Isbert. A menudo dudo si aquellas parodias (reales) de la España profunda han dejado de serlo, Spain is different, y ¡vamos! que si lo es. Un hombre alega que estaba soñando con avestruces mientras mataba a su familia con un martillo y un hacha. Las mujeres que acuden a un centro de protección de víctimas de maltrato son maltratadas allí. Los médicos reciben en urgencias a pacientes que se meten berenjenas por el culo y mientras apagamos la luz 5min para acto seguido dejárnosla encendida.