Hoy me voy a volver a arriesgar con De Juana Chaos y podéis empezar a criticarme y a pensar que soy demasiado radical.
Que lo manden a casa, eso quiero yo. Que lo manden a casa y le quiten esa injusta condena que no hace más que reafirmar ante mis ojos que después de tener que conformarme con esta pseudodemocracia voy a tener que empezar a desistir también en la búsqueda de la justicia y dar el mundo por perdido en la subjetividad, el odio y el rencor.
Me gusta recordar siempre que De Juana Chaos cumplió y terminó su condena por sus crímenes de asesinato, sin entrar en si fueron muchos o pocos años, el ha cumplido su sentencia y me arde la sangre en las venas al pensar la condena que le ha caído por amenazas, los maltratadotes por mucho más salen con una orden de alejamiento.
Cómo puede ser la justicia tan injusta y tan populista. Seré un poco griega en este sentido pero ¿no debería la justicia estar por encima de lo humano? Si en la calle les pareció poca la condena por sus asesinatos que sepan es una sentencia dictada con el mismo código penal con el que se juzga a violadores y maltratadotes (no se me ocurren delitos peores) y nadie se queja de las penas que estos últimos cumplen. A mi me fastidia mucho más que camine por la calle un peredrasta violador hijo de puta, que lo haga De Juana Chaos y no me convence esa justicia que mira con peores ojos a los terroristas que a esos enfermos mentales que toman cogen sexo por la calle como galletas en el supermercado o los maridos locos que exterminan a sus mujeres cuando ya no les hacen el papel que desean.
Si yo hubiese sido el entrevistador que mantenía el micro a Acebes cuando ha dicho “si mandan a casa a De Juana Chaos porque se pone en huelga de hambre tendrán que hacer lo mismo con los violadores” se come em micro hasta el final del palo. Os diré que estaba desayunando con las noticias, como de costumbre, y he tenido que venirme a escribir por no liarme a golpes con la radio.
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