Últimamente me veo rodeada de variedad de mini-catástrofes que simulan un pequeño kaos en el universo en el que me encuentro, gente sumida en la tristeza que destruye a su paso lo bueno con el olvido y la marginación.
Últimamente me han llamado hipócrita porque yo misma me he convertido en una de los que contribuyen al kaos cotidiano. Creo recordar que siempre he perdonado a quien me ha hecho daño porque no me vale el odio como respuesta al dolor, el odio es un reflejo demasiado sencillo de la miseria. Lo más fácil es culpar al destino, a los planetas y a los dioses de la misericordia de todo cuanto nos pasa sin ser capaces de acudir a las explicaciones más triviales que son al fin y al cabo las más sencillas y las más veraces.
Puede que la vida no tenga respuestas complejas. He comprobado que buscamos explicaciones retorcidas a lo que es sencillo para causarnos dolor y sumergirnos en él. Yo que predico la amnistía, el perdón y la defensa de lo justo puede que quieran tacharme de hipócrita porque en mi vida he hecho daño a la gente, como todos sencillamente. La grandeza de las personas no está en no hacer daño, está en saber perdonar cuando te lo hacen y reconocer el mal que perpetras. Al fin y al cabo no soy más que un individuo imperfecto como el 100% de los que habitamos este planeta. Veo las películas de miedo escondida detrás de un cojín; llego tarde; tengo el título en una bolsa de basura; me gustan las Barbies; me hubiese gustado nacer en los 50, puede que así no estaría preguntándome este tipo de cuestiones idiotas porque tendría preocupaciones mayores.
miércoles, febrero 07, 2007
Kaos, tristeza, destrucción y marginalidad
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personal
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1 comentario:
Para mí, lo complicado es reponerse encontrando la paz con uno mismo y seguir adelante. En ocasiones, incluso deja de importar el tema del perdón o no, ya que a mucha gente le da igual (porque no necesita escucharlo o porque no va a creerte de todas formas). El buscar el perdón puede convertirse en estos casos en una empresa infructífera y desgastante. La gente tiene su propia visión de las cosas, y para muchos es su verdad y no la vas a sacar de ahí por mucho que lo intentes.
"Todo el mundo se equivoca, por eso los lápices llevan goma de borrar". Es mi frase favorita de Lenny, el de los Simpson. Mientras lo haya intentado hacer lo mejor posible, a mí no me importa incluso borronear los errores y seguir escribiendo.
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