Si el mundo fuera a desaparecer y la NASA enviara una nave al espacio para salvar la raza humana, esa nave estaría llena de mujeres y les acompañaría un banco de semen. La mujer es sin duda una pieza clave en la desaparición de un pueblo.
Una técnica de guerra es violar a las mujeres del pueblo contra el que se lucha. Cuando oímos que los soldados de no sé qué han violado a mujeres de un país cualquiera, que se encuentran invadiendo, no es un mero desahogo de la milicia, ni un juego perverso, es una técnica fría y despiadada que hace que la civilización deba arrodillarse ante los animales porque ellos tienen una nobleza que nosotros no conoceremos jamás.
Cuando se viola a una mujer se le desarma de toda autoestima, se le ultraja, se agrede a su más profundo sentido de la seguridad, se le despoja del coraje. Una mujer violada tendrá miedo de cosas que antes no tenía, dejará de hacer cosas que antes hacía y no podrá continuar con una vida normal amenos que alguien la ayude. En un país en guerra se da por descontado que no tendrán esa ayuda y se termina así con uno de los pilares del pueblo. Los hombres no conciben el ultraje a sus mujeres y la fuerza y la unión de ese pueblo se debilita poco a poco.
Cuando hay una guerra se da poca importancia a este tipo de actos por considerarlos de cierta manera vandálicos, y no lo son. Nada más lejos de la realidad que suponer que son daños colaterales de un conflicto bélico sino técnicas repugnantes para salir invictos de él.
Una técnica de guerra es violar a las mujeres del pueblo contra el que se lucha. Cuando oímos que los soldados de no sé qué han violado a mujeres de un país cualquiera, que se encuentran invadiendo, no es un mero desahogo de la milicia, ni un juego perverso, es una técnica fría y despiadada que hace que la civilización deba arrodillarse ante los animales porque ellos tienen una nobleza que nosotros no conoceremos jamás.
Cuando se viola a una mujer se le desarma de toda autoestima, se le ultraja, se agrede a su más profundo sentido de la seguridad, se le despoja del coraje. Una mujer violada tendrá miedo de cosas que antes no tenía, dejará de hacer cosas que antes hacía y no podrá continuar con una vida normal amenos que alguien la ayude. En un país en guerra se da por descontado que no tendrán esa ayuda y se termina así con uno de los pilares del pueblo. Los hombres no conciben el ultraje a sus mujeres y la fuerza y la unión de ese pueblo se debilita poco a poco.
Cuando hay una guerra se da poca importancia a este tipo de actos por considerarlos de cierta manera vandálicos, y no lo son. Nada más lejos de la realidad que suponer que son daños colaterales de un conflicto bélico sino técnicas repugnantes para salir invictos de él.
1 comentario:
Dándole un par de vueltas al tema... a todo eso habrá que añadir que los posibles hijos de esas violaciones constituirían una baza más para el "pueblo invasor". Como madres, es difícil no amar a un hijo, pese a que ese hijo sea de un demonio. Pero esos hijos no dejan de ser del invasor. De esta forma, el invasor se integra en el pueblo invadido de la forma más natural y primitiva posible: dispersando sus genes en él.
En fin...
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