Fui a preinscribirme en la EOI. Ignoraba que podría hacerlo vía Internet y ahorrarme una hora de cola pero de ser así me habría perdido un espectáculo del género humano y no habría participado de la revolución de los datos reivindicando el FIFO.
Cuando los segundos en cola ya se contaban por miles y sabíamos a ciencia cierta que había una ventanilla de información a la entrada, llegó una "lista" a la deseada ventanilla intentando pasar por delante de todos los colantes para robar segundos a quien nos atendía (a destacar el hecho de que sólo había una ventanilla para la cola que por momentos llegaba al kilómetro) sólo para preguntar "algo". Su actitud era la de damisela apurada pero en su cara se reflejaba claramente que era una víbora. Entonces, un Don Quijote de las Colas se alzó en pos de la justicia de todos los allí callados y gritó y gritó hasta que todos le oímos cantar la injusticia que la zorra en piel de cordero intentaba perpetrar y siguió "no dejéis que os pase por delante, la gente como esta es la que se aprovecha de nosotros todos los días, si nos callamos pasan por delante porque permanecemos parados" y ella seguía a su rollo sin hacer caso porque todos permanecíamos parados pero de repente las palabras de este Marx de las colas empezaron a hacer mella en las cabezas pensantes de los allí presentes y poco a poco las voces empezaron a decir "yo llevo aquí una hora haciendo cola", "fuera hay una ventanilla de información, esta no es la ventanilla de información, no nos hagas perder tiempo", "sí, si que estamos de acuerdo" y la damisela empezó a acobardarse, empezó a temer que el pensamiento único y dirigido de la cola se salía de la línea recta y podía vencer sus ímpetus imperialistas. Se fue intentando convencer a la audiencia de que sus intereses no eran mal intencionados de que no quería conquistar Irak sino que ahí dentro de la ventanilla había una mujer mala que el año pasado hizo cosas innombrables y que temía que volviesen a repetirse y que sólo era un acercamiento preventivo.
Si queremos podemos.
Cuando los segundos en cola ya se contaban por miles y sabíamos a ciencia cierta que había una ventanilla de información a la entrada, llegó una "lista" a la deseada ventanilla intentando pasar por delante de todos los colantes para robar segundos a quien nos atendía (a destacar el hecho de que sólo había una ventanilla para la cola que por momentos llegaba al kilómetro) sólo para preguntar "algo". Su actitud era la de damisela apurada pero en su cara se reflejaba claramente que era una víbora. Entonces, un Don Quijote de las Colas se alzó en pos de la justicia de todos los allí callados y gritó y gritó hasta que todos le oímos cantar la injusticia que la zorra en piel de cordero intentaba perpetrar y siguió "no dejéis que os pase por delante, la gente como esta es la que se aprovecha de nosotros todos los días, si nos callamos pasan por delante porque permanecemos parados" y ella seguía a su rollo sin hacer caso porque todos permanecíamos parados pero de repente las palabras de este Marx de las colas empezaron a hacer mella en las cabezas pensantes de los allí presentes y poco a poco las voces empezaron a decir "yo llevo aquí una hora haciendo cola", "fuera hay una ventanilla de información, esta no es la ventanilla de información, no nos hagas perder tiempo", "sí, si que estamos de acuerdo" y la damisela empezó a acobardarse, empezó a temer que el pensamiento único y dirigido de la cola se salía de la línea recta y podía vencer sus ímpetus imperialistas. Se fue intentando convencer a la audiencia de que sus intereses no eran mal intencionados de que no quería conquistar Irak sino que ahí dentro de la ventanilla había una mujer mala que el año pasado hizo cosas innombrables y que temía que volviesen a repetirse y que sólo era un acercamiento preventivo.
Si queremos podemos.
1 comentario:
Fantástico. Sólo faltó la quema en la pira del ágora :D
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