domingo, diciembre 10, 2006

Qué lástima que la muerte le haya ganado a la justicia.

"Pinochet a muerto, son las 11 muy buenas noches" Así me he enterado de la noticia, aunque la locutora no lo haya querido así (o si) le ha quedado muy bien la frase.
No sé si alegrarme o por otro lado apenarme porque ha muerto sin ser juzgado, sin ser declarado culpable de lo que era irrefutablemente culpable. Un cabrón que clandestinamente al lado de Allende preparó el golpe de estado en su contra y llegó a ordenar su asesinato.
Pinochet nunca se sintió culpable, nunca pidió disculpas y llegó a declarar que no se arrepentía de los asesinatos que había cometido y que nada debía a las víctimas. Este abuelo era un psicópata, un asesino confeso, conocido y no arrepentido. Presumía de católico, ¿ era consciente de que se quemaría en el infierno? junto al generalísimo, of course. Y con esto me acuerdo de que yo en realidad quería escribir sobre otro tema y la noticia de esta muerte me ha desbordado. Bien mirado viene a cuento, viene al dedillo para nombrar lo enferma que me pone ver a la nietísima en los programas de televisión, ver como se ha convertido en la reina del corazón a golpe de exclusivas y ser feliz asegurando en las entrevistas lo muy de derechas que se siente y lo orgullosa que está de ser la nieta de quien es. Supongo que no es más que una plebeya a quien frustraron sus ganas de reinar por la fuerza y que se cree heredera de una dinastía cuando no es más que la herencia viva de una vergüenza española.

1 comentario:

Mars Attacks dijo...

Pinochet ha muerto. ¿Comemos juntos mañana?