jueves, febrero 02, 2012

Nunca quise ser Carrie

Hace ya más de un año que no escribo y me entró la nostalgia y después de la nostalgia la tentación y por supuesto el miedo de no creerme capaz de volver a hacerlo. Ya apenas utilizo el que es mi idioma materno, ya no dudo, ya no me tiembla la voz y aunque puede que sea la práctica, tiendo a pensar que la inseguridad se diluye con el paso del tiempo y el tiempo pasa inevitablemente.
Me pregunto si debería cambiar el título de este blog, no lo haré. Pero deberé admitir al menos por escrito una vez que bien debería cambiarlo a “nunca quise ser Carrie” y sin embargo lo soy. Será quizás por eso que me haya negado a escribir durante tanto tiempo. La vida está llena de ironía y me recuerdo devorando capítulos y temporadas enteras de “Sex in the city” imaginando cómo sería ser una de ellas. Pues bueno, aquí estamos, a punto de cumplir treinta, soltera, viviendo sola en una ciudad a miles de kilómetros de mi país, viajando constantemente, sin perder el atractivo pero cansada de vivir un capítulo eterno de Sexo en Nueva York.

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