Echen a sus hijOs de casa

Escuché hoy un monólogo sobre la liberación de la mujer, en boca de mujer y maldiciendo la misma. Lo lamentable es que tenía parte de razón.
El monólogo, resumiendo, decía que maldito favor el de la liberación porque habíamos pasado de estar jodidas a estar más jodidas: planchábamos, concinábamos y limpiábamos para nuestra casa y en nuestro tiempo libre intercambiábamos recetas con nuestras vecinas; ahora trabajamos, en nuestro tiempo libre limpiamos y cocinamos (menos mal que la moda ahora es llevar sin planchar) y en el trabajo intercambiamos recetas con las compañeras.
Cuando miro a mi alrededor veo que se excusa a las relaciones entre mayores por venir de otros tiempos y a las jóvenes por una mala educación y unos por otros al final siempre se carga contra la mujer.
Por la parte que me pilla más cerca doy fe de que las madres han errado al educar a sus hijOs. Formamos parte de una generación de hijos muy queridos, muy esperados y muy bien mantenidos. Se nos ha dado todo, hemos tenido lo que hemos querido y en ello entra también que las madres nos han limpiado, concinado y sonado los mocos desde pequeños hasta más mayores, de forma que al llegar a la edad adulta muchos de esos niñOs ven en su pareja una nueva madre y no una compañera.
La protección maternal es comprensible y hasta cierta edad aconsejable pero u obligamos a los hijos a abandonar el nido (real o metafóricamente) a una edad temparana para que aprendan a desenvolverse antes de adentrarse en las tinieblas de la vida en pareja o les estamos abocando a un abismo de insufrible convivencia y malentendimiento prematuro.
Por el bien de las relaciones futuras de sus hijos, mándenlos a estudiar fuera de sus casas y que aprendan a poner una lavadora!

Advertencia. Este post ha sido escrito sin corrector ortográfico, puedo contener faltas ortográficas como cambios de bes por uves o acentos que no existen. Ante cualquier duda consulte a la Real Academia de la Lengua.