miércoles, julio 23, 2008

Lamentaciones

De un tiempo a esta parte he descubierto de mi misma que una de las cosas que más me molestan es la pasividad. He podido observar que muchas personas tienden a lamentarse de su situación pero nunca llegan a hacer nada para remediarla.
En las cosas que nos suceden siempre debemos adquirir una parte de la responsabilidad y actuar para que esa situación que nos disgusta termine. Cruzarse de brazos ante lo adverso y decidir que no hay anda que hacer es una posición poco útil y que lleva al conformismo que tanto me repugna. La responsabilidad es la clave de la continuación de la vida después de las tragedias y quiero destacar que no utilizo la palabra culpa sino responsabilidad puesto que la culpa tiende a paralizar al ser humano de la misma forma que la miseria. La culpa no existe, existe la responsabilidad de nuestros actos o de nuestras repercusiones en el medio que nos rodea. Si sólo nosotros somos responsables de nuestros actos también lo somos de tener la capacidad de cambiar el rumbo de como nuestras acciones y decisiones han irrumpido en el medio.
Lamentarse es intentar detener el tiempo en un instante mejor y pasado. El tiempo es constante, no para ante ningún suceso por eso lamentarse durante demasiado tiempo nos introduce en una parada vital que provoca un salto en el tiempo cuando se sale del letargo, cosa que a todas luces vuelve a ser doloroso.
Cuando, por otro lado, se toma el rumbo del cambio y de la asunción de responsabilidades lo único que hacemos es acompañar al tiempo en su paso.

1 comentario:

Mars Attacks dijo...

Yo creo que la culpa también existe, aparte de la responsabilidad. Quizá precisamente la culpa existe cuando alguien no se quiere responsabilizar de lo que debe :)

Saludetes, a ver si nos vemos algún siglo de estos ;)