miércoles, mayo 06, 2009

Reciprocidad migrante

Hoy me he levantando y me pica la cabeza…
Lo que de aquí en adelante pretendo explicar, no es ni mucho menos razón para restar derechos ni tampoco reducir ayudas. Quizás más bien, una muy buena defensa de la ayuda en origen para evitar la migración no deseada propiciada por motivos económicos.
Y dadas las pertinentes explicaciones es de ley admitir que me pregunto qué sentido tiene emigrar a un país y despreciar la cultura y su gente. Si tan loable, bonito y maravilloso es tu país ¿porqué no estás allí? y si has decidido marchar, por qué es tan malo conocer a gente del sitio en el que ahora te encuentras.
Aquí en este pseudo-ambiente "culto" en el que me intento desenvolver veo los mismos problemas que la gente describe en los peores barrios de las grandes ciudades. Los extranjeros de nacionalidades no europeas o muy recientemente europeas, crean sus propios guetos y no tienen el más mínimo interés de conocer la cultura en la que se mueven. Aún peor me parece el que utilicen como burda excusa para no relacionarse con nativos el hecho de que no entendamos su cultura. Es lamentable que creen sus propios guetos escudándose en que no tenemos los mismo intereses o no entendemos sus bromas ¿acaso entienden ellos las mías?
La clave de todo esto es la reciprocidad, sin embargo y tristemente, no existe reciprocidad cuando alguien desprecia una cultura. Cuando cierran la puerta a nuevos conocimientos bajo la excusa de no ser entendidos sin dar la oportunidad a intentar entender. Me atrevo a decir, por boca de mi propia experiencia, que un gran número de estos inmigrantes no se integran porque proyectan en nuestra figura la incomprensión que realmente ellos procesan.

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