martes, septiembre 19, 2006

El destino, un mito

Hace un par de noches estuve levantada hasta tarde leyendo, me moría por saber cómo terminaba el libro que tenía entre mis manos. Del tipo de literatura superficial que me gusta no puedes esperar sacar más que un buen rato pero cada uno puede sacar lo que quiera y yo soy capaz de sacar hasta la más profunda reflexión de la cosa más trivial, por algo este blog se llama como se llama y bien podría ser el título de uno de esos libros que me gustan.
Mi protagonista había sido activista pro derechos de los animales, habiendo estudiado y ejercido anteriormente como veterinaria terminó convirtiéndose en "animal behavourist" con una consulta en el centro de Londres. En sus tiempos, engañada por un chico del que estaba colgada, dejó en la casa de un científico a altas horas de la noche, un paquete que ella creía era una cinta de propaganda activista. Pero el chico en cuestión, aprovechándose de que ella haría lo que fuese por él, metió en la cinta y sin decirle nada a ella, explosivos. El paquete explotó en manos del hijo del científico que compartía iniciales con su padre y que abrió el paquete en su lugar. Durante 16 años ella se había atormentado con la culpa de haber hecho semejante destrozo engañada premeditadamente. Pues esa misma chica conoce a un fotógrafo y se enamora de él ¿quién era ese chico? el mismo a quien quemó las manos el paquete bomba que ella dejó en su casa.
Eso de que las cosas pasan por algo y de que todo tiene un porqué me parece una estupidez. Tampoco aquello de que existe un plan definido "el destino". Sin embargo sí creo que el azahar y nuestras decisiones hacen de nuestra personalidad lo que es y a lo que hacemos y nos sucede debemos gran parte de lo que somos.
Eso mismo decía el protagonista del libro, somos lo que somos y como somos gracias a todos y cada uno de los acontecimientos de nuestra vida, para lo bueno y lo malo.
Imaginad un laberinto donde infinitos caminos llevan a la misma salida. Giramos aquí, seguimos recto allá y voilà, et icí nuestra vida. Cada vida es una trayectoria hecha de decisiones y el futuro está condicionado por nuestro bagaje sin duda.
Por eso, no vale arrepentirse de lo que se ha hecho ni de lo que se ha decidido, sólo vale aprender y seguir en una u otra dirección, la dirección tomada después de cada suceso muestra lo que somos y de que material estamos hechos.

1 comentario:

Mars Attacks dijo...

Amén. Creo que fue Chaplin el que dijo algo así como "No me privéis del enorme placer de equivocarme". O algo así.

Tus palabras porreras no me quieren :(